Desde hace unas décadas, está de moda que psicólogos y todo tipo de "influenciadores de la conducta humana" hagan disertaciones sobre la importancia de que cada persona individual sea capaz de llevar a cabo el control de su propia vida...
¿Te has planteado alguna vez si tú controlas, si tú puedes controlar, lo que ocurre cotidianamente en tu vida? ¿Puedes controlar lo que va a ocurrir en tu vida en el día de hoy, mañana, dentro de una semana, de dos meses, de un año...?
Puede que en un primer momento tu respuesta sea que sí, que tú la vas controlando o que la puedes controlar. Pero, hagámonos una pregunta más: ¿Tú puedes controlar lo que ocurre en la vida cotidiana de las personas a las que más quieres?
Es evidente que todos y cada uno de nosotros estamos relacionados con otras personas y que cualquier circunstancia que les afecte, también nos afecta a nosotros, en mayor o menor grado.
Realmente, ¿qué es el destino, la suerte? O bien, podemos plantearlo de otra forma: ¿estamos en manos de la Naturaleza, en manos de Dios?
Se trata de una temática sobre la que caben distintos enfoques y sobre la que hay miles de libros. Aquí pretendemos únicamente hacer que el lector - al igual que el autor de este blog - se plantee, se pregunte alguna que otra vez, si es verdad que él controla o puede controlar eficazmente lo que va pasando en su vida.
Suele comentarse que cada uno de nosotros somos en parte la genética que heredamos y en parte todo aquéllo que sale de las informaciones y/o influencias que recibimos del exterior a nosotros, de acuerdo con las decisiones que tomamos sobre las mismas en virtud de nuestro libre albedrío individual.
Consecuentemente, el libre albedrío individual ya viene condicionado en cada momento de nuestra vida por nuestas características psico-físicas y el grado/nivel de formación, conocimientos, información, influencias externas que recibimos, etc. etc. Es decir, viene condicionado en casi su mayor parte por todo tipo de factores individuales y sociales, porque la persona es esclava de sus propias características psico-físicas, pero también de las personas con las que se ha ido relacionando y se relaciona...y con el resto de la sociedad concreta en la que le ha tocado vivir, en un momento histórico concreto y en una zona geográfica concreta...La persona humana no tiene poder alguno de decisión sobre la elección de ninguno de los aspectos citados, ni de los suyos propios ni de los demás con los que se relaciona ni con la sociedad concreta en la que le ha tocado vivir...una vida que tiene, necesariamente, fecha de caducidad...pero que, también, puede tener todo tipo de altibajos y situaciones diferenciadas en las cuestiones más básicas (salud física/mental/emocional, alimentación/vestido/techo, etc. etc.) sobre las que tiene que ir dilucidando día tras día, porque no deja de ser un "animal" como cualquier otro, no deja de ser un ser vivo como los demás...
Si nos esforzamos un poco, todos podemos recordar que conocemos o hemos conocidos a personas cuya vida individual ha cambiado: la trayectoria de sus vidas ha cambiado de golpe, por una causa u otra, pero, al fín y al cabo, por una causa que era imposible saber antes de que la misma ocurriera...es decir: como no se podía preveer, no se podía "controlar"...antes de que los hechos ocurrieran, dichas personas era imposible que pudieran controlarlos, controlar que no llegaran a ocurrir.
Por tanto: si nos ponemos a recordar, de una manera objetiva, es seguro que recordaremos hechos/situaciones de diferente tipo que nos han ocurrido a lo largo de nuestras vidas, que no podíamos prever, que no podíamos controlar previamente...y, como consecuencia de las mismas, nuestra vidas han cambiado.
Volvamos, pues, a preguntarnos: ¿tú controlas tu vida, lo que ocurre en tu vida?
También podemos hacernos estas preguntas: ¿estamos en manos del "destino", de la "suerte", de Dios, de "lo que sea"...?
Si pensamos un poco sobre ello, nos damos cuenta de que la respuesta más acertada sería: "poco podemos controlar sobre lo que nos pasa".
Vayamos, directamente, más allá: ¿cuándo te vas a morir? ¿cuándo vas a enfermar? ¿cuándo vas a tener dolores físicos? ¿cuándo van a ocurrir hechos/situaciones que te van a causar padecimientos/preocupaciones/malestar psicológico?...y así, todo tipo de preguntas sobre cualquier tipo de hechos, de toda índole...de tu vida y de la de todas las personas por las que sientes aprecio...
La verdad es que...no lo sabes.
¿Y quieres aprovechar tus momentos presentes, los de cada día, los que vayas teniendo, si los tienes?...Pues piensa a fondo cómo/qué tienes que hacer "para aprovecharlos" lo mejor posible...
Por cierto: ¿ya sabes qué es lo que a tí te produce/te causa buenas sensaciones, qué acciones/omisiones tuyas...?¿y qué tipo de sensaciones, de qué calidad, cómo de intensos...?
Tienes que pensar a fondo en dicho tema, con tranquilidad, en la serenidad plácida de tu mejor soledad: hazte una relación de lo que, de verdad, realmente, a tí te produce más bienestar interior, qué es lo que más te hace disfrutar...
La mayor parte de las personas pensarán, rápidamente, en todo aquéllo que hace segregar endorfinas...en la parte física/química del cuerpo humano que podamos hacer que "se sienta bien/muy bien"...incluso, en todo tipo de acciones/omisiones de los sentidos...o en las sustancias adictivas...generalmente, todo aquéllo que en la inmediatez, en el corto y el medio plazo, es capaz de producir una sensación enormemente agradable, placentera...y que suelen traer consigo, igualmente, todo tipo de consecuencias/repercusiones nefastas posteriormente, por unas razones o por otras...aquí es donde el libre albedrío, con la necesaria información adecuada, ejerce como tal...decantando la balanza en un sentido u otro...cualquier acción/omisión tiene unas repercusiones...y a cada uno de nosotros le toca hacerse cargo de las que se producen como consecuencia de su propia conducta...el problema es que hay muchas personas que no tienen ese mínimo de información/formación necesaria como para tener la posibilidad de ejercer su libre albedrío, su libertad de elección...y acaban pagando un alto precio posterior por dejarse arrastrar hacia las soluciones fáciles...
Es evidente que es el conjunto de la comunidad concreta en la que se vive la que determina, finalmente, el porcentaje mayor o menor de su población que tiene en sus manos la necesaria y suficiente información/formación sobre la que asentar su libre albedrío, hacer uso y ejercicio de su propia libertad de decisión personal...La educación en la familia, en la escuela, a través de los medios de comunicación social, etc. se convierte en el mecanismo fundamental de transmisión de dicha información/formación...los patrones de conducta individual/colectivos pasan a ser determinantes en gran parte de las accciones/omisiones que cada persona lleva a cabo, escoge, en su vida cotidiana...
Las religiones de todo el mundo, a lo largo de toda la Historia del planeta que hemos llegado a conocer, han hecho siempre referencia a "lo que no se puede controlar", a "lo que es imprevisible": todas tienen o han tenido objetos y ritos para la protección contra acciones del Mal, contra los espíritus malignos, al igual que también para que los espíritus buenos, el Bien, Dios, etc. nos traigan una vida con suerte, para pedir salud, amor, etc. etc.
Es por ello por lo que a nivel popular se han ido despidiendo las personas con la frase "Vaya usted con Dios"/"Dios le guarde"...de hecho, las últimas palabras de Jesús de Nazareth, antes de morir en la cruz, según lo escrito en los Evangelios, fueron: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu"...
